domingo, 22 de mayo de 2011

Museo de la Ciudad. Sombras de sombras


La exposición se inauguró hace tiempo en el Museo de la Ciudad, con más de cien imágenes de la revista fotográfica Sombras, publicadas entre 1944-1954. Cuando la recorría esta mañana y advertía las carencias expositivas —sobre todo, la irregularidad de la iluminación y el excesivo retoque digital de algunas imágenes— me acordaba del Museo de la Academia de San Fernando... Pero también de Platón;  y me preguntaba qué interés tiene una exposición fotográfica montada a partir de reproducciones escaneadas, que desnaturalizan el carácter original de las imágenes, ya sumamente erosionado por las limitaciones editoriales de la revista.  Una exposición de este tipo podría tener sentido para fotografías del siglo XIX, pero para obras de mediados del siglo XX, cuando la fotografía había alcanzado un grado de desarrollo sobresaliente, desnaturaliza las servidumbres más elementales de la acción de "exponer". Se nos ofrecen sombras de sombras...  Metáfora ramplona para justificar exposiciones de bajo coste, cada vez más frecuentes, en las instituciones nacionales, autonómicas y municipales.
Sólo veo dos razones para justificarla: la edición del catálogo de Mónica Carabias Álvaro y contemplar cómo las obras de aquellos años se sometían a las directrices falangistas.


Me pregunto qué metáfora se puede emplear para justificar socialmente proyectos inflados por razones espurias o de simple cosmética. La "razón" (política) es obvia: por el Paseo del Agobio (Madrid Río) pasan muchísimas más personas de las que acceden al Museo de la Ciudad, donde hace años oí a una voluntaria explicar que "Paleolítico viene de palo; es decir, de cuando se construían las cabañas con palos".

1 comentario:

  1. La exposición es anunciada en la página web del ayuntamiento de Madrid como la “destreza” del fotógrafo antes del uso de la cámara digital, y como algo más bien rollo costumbrista.

    Debido a los retoques, técnicamente, la foto no es la misma que mostró “Sombras” en aquel momento. La definición fotográfica se logra “poniendo” elementos a la foto, incluso aunque se trate de definiciones hechas con software destinado a ello. Por tanto, lo que dice el ayuntamiento es falso: No se trata de ver únicamente la habilidad de la cámara fotográfica, sino que esa habilidad es un complemento.

    Por otra parte, recuerdo de cuando hablábamos hace poco de la consideración que hizo el Supremo respecto de una fotografía y su intención… Parece que la técnica puede quedar en un segundo plano en ese aspecto, aunque oficialmente no se reconozca. No obstante la técnica ha de ir intrínsecamente unida a la idea y sustentarla, por lo que la manipulación de imágenes evidencia otro propósito.

    Quizás cambiarían estas exposiciones si la gente en vez de pasearse por el Parque del Agobio cambiara su itinerario… pero entonces no hablaríamos de “marea azul”

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