domingo, 29 de enero de 2012

"Arquitectura española (1975-2010) + 35 años construyendo democracia"


La exposición fue inaugurada el pasado 26 de enero en La Arquería (Nuevos Ministerios); ofrece más de 200 proyectos de 130 estudios de arquitectos, ha sido organizada por el Ministerio de Fomento y comisariada por Antonio Ruiz Barbarin y Héctor Barrio (arquitectos). La patrocinan Repsol y la fundación ACS, además de contar con la participación de Iguzzini y Otis.




Desconcierta el título. ¿Construyendo democracia? Acaso hubiera sido más apropiado: "dando forma a la burbuja inmobiliaria"... Aunque ya se sabe que en asuntos estéticos, prevalecen los eufemismos. Así, pues, debemos asumir que quienes propiciaron la burbuja inmobiliaria, en realidad, estaban "construyendo democracia"... ¿ Indignados, os habéis enterado?
Según la web oficial...

"El objetivo de esta muestra es lograr que el visitante pueda apreciar la transformación del  paisaje urbano español a través de un recorrido cronológico. Toda la arquitectura se materializa en ámbitos como la salud, la vivienda, la educación, el transporte, el deporte, la cultura o el medio ambiente a través de la construcción de edificios e infraestructuras".


Demasiada ambición para recursos tan aquilatados y para una sala bien diseñada como refugio antiaéreo; la idea hubiera sido más propia para las salas infinitas del Reina Sofía. El espacio dedicado a cada proyecto es demasiado angosto, demasiado limitado para ofrecer un discurso coherente y, sobre todo, para explicar por qué se han elegido determinados proyectos y no otros; qué cualidades les hacen o hacían relevantes, qué proyección tuvieron en los años sucesivos...
Seguramente, por la voluntad irónica de sus comisarios, lo que hay en La Arquería se parece bastante a una exposición itinerante o, mejor, en tránsito, almacenada en cajas y nichos, en el contenedor de un puerto... En alguna maqueta aún se apreciaban pegatinas antiguas: "Mostra Internazionale dei Architettura 2004"...
Dan ganas de preguntar a la persona que, a la entrada, con extrema amabilidad, informa a los visitantes, cuándo procederán al desembalaje y dónde se podrá ver la exposición.
Lo peor: la página web, manifiestamente mejorable. Exposiciones como ésta otorgan utilidad divulgativa excepcional a las posibilidades de Internet. Es posible que durante los días sucesivos se resuelva esta carencia, aunque seguramente sus gestores nunca harán la competencia al "catálogo", que puede adquirirse por la módica cantidad de 30 €. Pura cicatería.
¿Lo mejor?: contiene un repertorio sumamente heterogéneo de maquetas, que pueden dar ideas a los estudiantes de arquitectura, aunque no creo que algunas de ellas sirvieran para aprobar "Proyectos 1".




En definitiva, si debiéramos valorar la exposición atendiendo a la relación entre los objetivos perseguidos y resultados, la calificación sería muy baja. Y me temo que nos esperan muchas comparables, de objetivos grandilocuentes, bajo coste y escasa utilidad social.

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