jueves, 13 de febrero de 2014

La Guerra Fría y la datación de obras de arte contemporáneo

Hasta ahora, hablar del C14 nos remitía al universo prehistórico, puesto que los márgenes de precisión eran incompatibles con la exactitud requerida para épocas más recientes. Sin embargo, a medida que se desarrollan los instrumentos de observación y valoración, van apareciendo posibilidades nuevas, que podrían alterar radicalmente los sistemas de datación.
Científicos nucleares con laboratorio en Florencia han podido clasificar una obra "dudosa" de Leger, perteneciente a la colección Peggy Guggenheim de Venecia. Al parecer, dichos investigadores han conseguido establecer correlacciones entre el contenido de C14 y las pruebas nucleares realizadas durante la Guerra Fría, a partir de 1955. Dichas pruebas generaron lo que los científicos denominan "picos de bomba", o crecimiento brusco en las trazas de C14, que facilitan la datación de los objetos sometidos a análisis cuidadosos. Y han llegado a la conclusión de que el lienzo sobre el que está pintado fue elaborado con posterioridad a la muerte de Leger.


Parece increíble que los ensayos armamentísticos de la Guerra Fría puedan ayudar a clasificar con seguridad una obra de arte. Y me divierte imaginar lo que podría suceder si se aplicara ese método a las colecciones de los museos que compraron con voracidad durante aquellos años de incertidumbre... La venganza de Elmyr de Hory llegaría tarde, pero parece imparable... 

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