miércoles, 26 de marzo de 2014

El Santo Grial aparece en León... ¡Naturalmente!

Había que dar réplica a Dan Brown y a Steven Spielberg; el Santo Grial tenía que estar en León, enclave telúrico y simbólico donde se funden lo oriental y lo occidental para mayor gloria y disfrute de eruditos bienintencionados. Según Europa Press:

"Los historiadores Margarita Torres y José Miguel Ortega del Río han presentado este miércoles el libro 'Los reyes del Grial', que recoge una exhaustiva investigación científica desarrollada durante tres años que demuestra "sin lugar a dudas" que el Santo Grial, "la copa que la comunidad cristiana de Jerusalén en el siglo XI consideraba que era el cáliz de Cristo, se encuentra ubicada en la Basílica de San Isidoro de León".
Así lo ha explicado la coautora de la obra e historiadora medievalista Margarita Torres que ha detallado que este hallazgo está confirmado mediante el descubrimiento de dos pergaminos originales egipcios fechados en el año 1054, que recogen que el cáliz fue enviado al rey de León Fernando el Grande, tras haber sido saqueado de la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, donde había permanecido desde el siglo IV.
Estos documentos prueban "sin ninguna duda" que el cáliz fue entregado en señal de agradecimiento después de que el monarca leonés enviara un gran cargamento de víveres a Egipto, en un "año de gran hambruna". La investigación demuestra, por lo tanto, que el que cáliz que era considerado el Santo Grial por la comunidad cristiana del siglo XI se encuentra en León.
Antes de ese momento, hasta el año 400 después de Cristo, se desconoce qué pasó con la copa, ha agregado el otro autor de la obra José Miguel Ortega del Río, que ha explicado que "se carece documentación relativa a ese periodo", pero ha resaltado la importancia de este hallazgo porque "ninguno de los otros presuntos santos griales tienen una base tan sólida sobre la que apoyarse".

Foto: José-Manuel Benito Álvarez
La "copa" actual está decorada con labores románicas en oro (siglo XI); la cavidad superior y el pie, ambos de ónice, pudieron ser realizados, efectivamente, en tiempos grecorromanos.
Sin discutir la buena fe de los historiadores, es importante tener en cuenta que las fuentes literarias de aquellos tiempos, tanto las cristianas como las islámicas, no son demasiado fiables, sobre todo, cuando aluden a cuestiones de este tipo. En ese sentido y sabiendo que, según reconocen los estudiosos, no existen datos anteriores al siglo V, me parece muy aventuraso decir, "sin lugar a dudas", que la copa de León sea "la copa que la comunidad cristiana de Jerusalén en el siglo XI consideraba que era el cáliz de Cristo". Que se sepa, existen otros ocho o nueve "santos griales", repartidos por el ancho mundo, todos asimismo verdaderos... Lo que diga los pergaminos debe ser sometido a concienzuda contrastación crítica.
En todo caso, la intepretación de Margarita Torres y José Miguel Ortega del Río implica revisar la interpretación que se ha hecho de San Isidoro de León y sus pinturas, que ahora deberíamos relacionar con una reliquia que, tal vez, si creyeran el Santo Grial doña Urraca y sus coetáneos. Y en ese caso, aún sorprende más que se perdiera una tradición con tanta capacidad para generar un centro de atracción que habría podido convertir León en una de las ciudades más importantes de Europa.

Según informa el Diario de León, "el museo de la colegiata, por el que anualmente desfilan en torno a los 100.000 visitantes, acaba de subir esta misma semana el precio de la entrada, de 4 a 5 euros.".
En ocasiones, los estudios bienintencionados —¿"científicamente rigurosos"?— pueden ser buenas campañas publicitarias...

2 comentarios:

  1. Lo primero que habría que revisar es lo "científico" del estudio. No tiene ni pies ni cabeza ya no sólo por lo que plantea, sino por la forma de usar las fuentes. Primero hay que someterlas a crítica, luego contextualizarlas y por último llegar a alguna conclusión. Y desde luego no se pueden usar unos doscumentos del XI, otros del XIV y concluir que Fernando I no se dio autobombo para custodiar mejor la reliquia. Es de una falta total a absoluta de rigor. Lo más triste es la repercusión que está teniendo.

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    1. Como no he leído el libro, no puedo tener "opinión fundamentada", pero lo cierto es que tal y como han planteado el asunto los medios, tiene mala pinta. La existencia de un documento del siglo XI no garantiza nada sobre la verosimilitud de un hecho que, en todo caso, nos remite al universo de lo religioso, es decir, de "lo mítico". En ese sentido, da la sensación de que los investigadores se han expresado con cierto sentido común y hablan de lo que se "creía en el siglo XI". La cuestión me ha sugerido una reflexión sobre un caso muy conocido de fuentes discutibles, que quizás se concrete en una entrada próxima...

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