jueves, 17 de enero de 2013

Un carta histórica de Álvarez de Sotomayor

En diciembre de 1951, Álvarez de Sotomayor hacía pública una carta  dirigida al Presidente de la Sección Psiquiátrica del Colegio Médico e intitulada ¿Quiénes son los locos? En ella manifestaba su perplejidad porque el régimen había dado un giro radical a su "política estética"; de apoyar a las "muy nobles artes" de fundamento académico, había empezado a volcarse en el respaldo al, hasta entonces, "arte degenerado".


«Muy señor mío: 
Ante la estupefacción de la sociedad, que tiene ojos para ver y una sensibilidad normal, se está desarrollando una batalla artística de las más lamentables consecuencias para la juventud.
Por un lado, los que defendemos la tradición de las artes plásticas con los más elementales cánones de belleza y los nobles oficios de pintar y modelar a base de realidades objetivas y subjetivas, y por otro, los que pretenden una rápida liquidación con el pasado y la creación de un arte nuevo (que, por cierto, lleva cuarenta años de gestación) en el cual quepan todos los mayores absurdos y fealdades, las más inauditas aberraciones y las más divertidas experiencias, a las que ponen titulares de arte subrealista, abstracto, indaliano y cuantos otros puedan irse inventando, sin que hasta ahora haya podido apreciar el público sencillo otra cosa que un afán de sorprenderle con extravagancias y las más torpes ofensas a la estética, y a veces a la moral.
Todo ello no parecía tener importancia alguna, ustedes señores psiquíatras no perderán el sueño ni el apetito, a pesar de su trato constante con enfermos; «¡cosa de locos!», dirán ustedes. Pero... ¿y si de improviso les dijesen que los que tienen razón son los locos y que los que deben ser encerrados son ustedes?
Pues esta es nuestra situación. Mientras unos señores producen cosas raras, nos decíamos «allá ellos». Pero el caso es que la crítica de arte, esa carrerita corta de la Literatura, se ha empeñado hace tiempo en demostrar con teorías, explicadas por cierto, en un léxico ininteligible y pintoresco, que aquellos los analfabetos en arte son los que tienen razón, y que no hay cosa de mayor autoridad que no saber pintar para, pongamos por ejemplo, ser un gran pintor.
Todo ello ha llegado a producirnos tal confusión en nuestro espíritu y tal desorientación en la juventud, que hemos pensado en dirigirnos a ustedes para que nos aclaren esta duda: ¿Quiénes son los locos?
En el caso de que seamos nosotros, prometemos no volver a ocuparnos de las Bellas Artes y dedicaremos nuestros esfuerzos a la agricultura y al comercio, afanes sencillos, materiales y a veces lucrativos.
Suyo afectísimo, 
Fernando Alvarez de Sotomayor.»

Alvarez de Sotomayor y Zaragoza, Fernando. El Ferrol, 1875; Madrid, 1960. Fue académico de Número y Director durante dos años de la Real Academia de San Fernando, miembro de la de Bellas Artes de La Coruña y del Patronato del Museo de dicha Ciudad, académico de la Real Academia Gallega, miembro de la Comisión Española de la UNESCO, etc. Obtuvo cinco Primeras Medallas en las Exposiciones Nacionales.

4 comentarios:

  1. En la puerta del viejo psiquiátrico gallego de Conxo podemos encontrar una frase (que por cierto también fue empleada en el Circo de los Horrores El Manicomio) que dice así: Aquí no están todos los que son, ni son todos los que están.

    ResponderEliminar
  2. ¿Me está diciendo ésto que el cambio en el tipo de arte que el régimen apoyaba está íntimamente relacionado con un cambio en la política exterior? ¿Que Estados Unidos puso ésta como una de las condiciones para envíar ayuda económica a la España de Franco? ¿Que las nuevas corrientes artísticas posteriores a la Segunda Guerra Mundial están manipuladas por los intereses políticos del tío Sam?
    Pregunto.

    ResponderEliminar
  3. Frances Stonor Saunders, La CIA y la guerra fría cultural, Madrid, Debate, 2001

    ResponderEliminar
  4. Sotomayor era el loco. Por supuesto.

    ResponderEliminar