lunes, 20 de mayo de 2013

De Rem Koolhaas a Nieto & Sobejano

Cuando en septiembre de 2005 se presentó el resultado del concurso de ideas para la creación de un centro dedicado a la creación contemporánea en el parque de Miraflores de Córdoba, el director general de Museos de la Junta de Andalucía, Pablo Suárez, dijo que "se trata de un proyecto novedoso en España ya que se crea "sin una colección". La idea, según dejó entrever el responsable de Museos de la Junta, es que el centro nazca con las herramientas necesarias —como talleres— con las que se crearán las piezas que luego se expondrán. Se aleja así del concepto clásico de museo y nacerá como "un espacio de creación que utilice los nuevos lenguajes y herramientas del arte", como afirmó Suárez. Por su parte, Mudarra sostuvo que el proyecto que resulte ganador tendrá que establecer un "diálogo con el edificio que ha diseñado Rem Koolhaas".
Mientras en el terreno aeronáutico, la propuesta de hacer aeropuertos sin aviones es surrealista, en el territorio de la creación estética, hacer un centro de arte sin obras tiene mucho sentido. Algo parecido se había propuesto en Matadero (Madrid) y en ciertas iniciativas generadas poco antes y repartidas por varias ciudades de todo el mundo.
El edificio de Rem Koolhaas al que se refería era, en realidad, sólo un proyecto espectacular  —de gran potencial visual— encargado al citado arquitecto para el parque de Miraflores con funciones de Palacio de Congresos (Palacio del Sur). Desde ese planteamiento, cercano a otros ya desarrollados en diferentes ciudades españolas (Valencia, Avilés, Santiago, etc.), el Centro de Arte se entendía como un complemento de entidad secundaria dentro de un complejo de dotación polivalente, especialmente inclinado hacia lo cultural, pero que seguramente tenía múltiples objetivos colaterales implícitos y, entre ellos, la transformación del suelo urbano próximo. Eran tiempos en los que "todos" apostaban en el juego de la especulación inmobiliaria; sobre todo y muy especialmente, el arte o, expresado con más precisión, los gestores políticos del arte.

Proyecto de Rem Koolhaas
La idea del centro de arte contemporáneo se había transmitido a los medios en términos bastante razonables:

"El CAC se llamará Espacio Sur y para su configuración física y orientación se contará con la opinión de los agentes implicados en el mundo del arte contemporáneo, según Torres. Se organizarán seminarios y congresos como el que celebra en Córdoba desde hoy. En el foro internacional de reflexión y debate Un espacio para el nuevo arte, artistas, profesionales e investigadores españoles y europeos estudiarán la filosofía y fisonomía del futuro CAC. El objetivo, según la consejera, es diseñar el mejor recinto para acoger las manifestaciones artísticas que "están dejando de tener cabida en los museos y centros de arte convencionales (...) por su inmaterialidad, por su carácter efímero o por su vinculación con tecnologías de última generación".

Y para empezar, se convocó un concurso de ideas, donde se manifestaron figuras tan relevantes como Zaha Haid, al estudio de Antonio Cruz Villalón y Antonio Ortiz García, al de Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, al de Wolf D. Prix y Helmut Swiczinsky y al de Dominique Perrault.  El proyecto ganador fue el de Nieto Sobejano y, con premura comprensible, se comenzó a construir... antes de concretar el proyecto referencial de Rem Koolhaas, en 2008, coincidiendo con el estallido de la crisis económica.
Años después, con las obras del CAC muy adelantadas y con el decorado sociopolítico substancialmente alterado en todos los escenarios imaginables, se diluía el planteamiento inicial. Aunque ya se habían "invertido" 10 millones de euros en el proyecto de Rem Koolhaas para el Palacio de Congresos (Palacio del Sur), las autoridades municipales cordobesas (del PP) decidían cancelarlo...
En consecuencia, el proyecto de Nieto Sobejano, nacido como elemento secundario de un ambicioso complejo "cultural", debía asumir en solitario los planteamientos grandilocuentes formulados por la clase política.


Durante el tiempo transcurrido el Centro, que ha cambiado varias veces de nombre, se ha convertido en protagonista de polémicas fomentadas por el torbellino de intereses asociados a la realización de un proyecto como éste en tiempos de crisis. Para substanciar el enredo, es importante saber que el "Centro de Arte Contemporáneo de Córdoba", se denominará definitivamente (?) "Espacio Andaluz de Creación Contemporánea", porque la iniciativa para su puesta en marcha ha quedado en manos de la Junta de Andalucía y ésta se ha blindado frente a las presiones de otros sectores políticos y sociales interesados en la iniciativa pero sin capacidad o voluntad para financiarlo. Lo que sabemos sobre su futuro deriva, sobre todo, de circunstancias indirectas, como la negativa a convertirlo en sede provisional de la colección Circa XX, de Pilar Citoler, que ha recalado en el Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos de Zaragoza, o los mil "conflictos" registrados en los medios de comunicación local. Durante algún tiempo, importantes sectores de la sociedad cordobesa presionaron para que permaneciera en el C4 mientras se construía un nuevo Museo de Bellas Artes junto a la Torre de la Calahorra, pretensión aparentemente olvidada... hasta tiempos mejores. 
Al parecer, las autoridades culturales andaluzas tienen la intención de no hipotecar el futuro de la institución para dejar las manos libres a quien acabe siendo elegido para dirigirlo. Según recogía Ars Operandi, a comienzos de año:

"La Junta de Andalucía ha anunciado que convocará un concurso para la elección del puesto de director del Espacio Andaluz de Creación Contemporánea, antes conocido como C4. Así lo han manifestado responsables del ejecutivo en distintas comparecencias ante los medios cordobeses en las que, lejos de ofrecer más datos, sólo han llegado a expresar su intención  de convertirlo en "el centro neurálgico de la creación artística andaluza”. La obra que los arquitectos Nieto y Sobejano construyen en la ribera del Guadalquivir finalizará en abril de 2013 y hasta la fecha no existe documentación oficial alguna que detalle la naturaleza del proyecto que se pretende desarrollar. Las únicas manifestaciones al respecto han venido siempre de la mano de los sucesivos responsables de la Consejería de Cultura, que nunca han ido más allá de ofrecer declaraciones genéricas sobre el centro y su  funcionamiento futuro como espacio de creación y exhibición.  A tres meses de finalizar las obras y diez años después de iniciado el proyecto no se han concretado aspectos esenciales más allá de los puramente arquitectónicos. El centro no cuenta por el momento con decreto de constitución y tampoco se han detallado extremos fundamentales como el plan de usos, equipamiento y modelo de gestión."

A lo peor sólo se trata de aplazar los gastos, porque no creo que exista la menor posibilidad de proponer la gestión democrática directa de los sectores interesados en el asunto estético de un centro de estas características... Entre otras razones,  porque desde las circunstancias ambientales al uso, no se me ocurre cómo se podría articular esa gestión idílica. Pero confiemos en que quienes tomen las decisiones tengan la sabiduría suficiente para contemplar las necesidades, cuando menos, de los jóvenes creadores y que no pongan en marcha un cenáculo endógeno, afín a otros muchos repartidos por la geografía peninsular. Ojalá el primer director y quienes le ayuden en la gestión, encuentren un punto de equilibrio entre los intereses de los "teóricos" (historiadores, comisarios y conservadores), los afanes de los creadores y los intereses del público aficionado a la "cuestión estética", para definir el rumbo de la nave. Con sentido común, no debería ser difícil rentabilizar las aportaciones de los contribuyentes.

Imagen proc. Fernando Alda
Imagen proc, Rolad Halbe
Lo recorrimos por el exterior hace poco tiempo, después de su apertura a los medios especializados, que han proporcionado abundante material gráfico, y parece que la obra, financiada parcialmente con fondos de la Unión Europea, está finalizada... a falta de "algunos" remates y de la jardinería que lo conectará con el entorno verde circundante. De hecho, ya se ha probado la fachada mediática, la que da al río Guadalquivir, donde se ofreció hace unos días la idea visual realizada en colaboración con el estudio Realities: United.
En lo puramente formal, el edificio, articulado según variaciones de los diagramas de Voronoi o formas de naturaleza comparable, reinterpretación "moderna" de la geometría elemental de las celosías califales, muestra espacios y fachadas de gran interés visual. Las imágenes suministradas por los medios de comunicación documentan ambientes de calidad estética excepcional, en la línea de otros proyectos del mismo estudio.

Como no lo he podido visitar por el interior, carezco de fundamento para formular un juicio de cierta solidez. Sólo se me ocurre enfatizar la disociación entre la "forma aparente" y la espacialidad interior, perceptible "a vista de pájaro". Pero creo que se podría justificar como otro guiño a la concepción de la arquitectura califal, especialmente orientada hacia el tratamiento de los espacios interiores...
Otras circunstancias discutibles y obvias acaso deriven de responsabilidades ajenas a los creadores. Son comprensibles las consecuencias producidas en la concepción general del proyecto por la poda radical de la idea primitiva... Aunque, desde la zona de la Feria de Córdoba, el Espacio Andaluz de Creación Contemporánea ofrecerá buenas perspectivas, apenas será perceptible desde los lugares de mayor potencial turístico (Ronda de Isasa, Paseo de la Ribera). Su elegante discreción espacial opera contra la notoriedad y no sé si ello es cualidad positiva en un proyecto que acaso debiera ser más declamatorio, sobre todo, teniendo en cuenta su emplazamiento en una zona relativamente marginal a los grandes flujos de personas.

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