sábado, 18 de enero de 2014

El museo Carmen Thyssen de Málaga

Ocupa un palacio de mediados del siglo XVI (palacio de Villalón), al que se ha unido un anexo de concepción moderna (“actual”) debida al estudio rg+ asociados. El resultado es un complejo de cierta amplitud con una apariencia impecable, que alberga una colección pictórica construida, sobre todo, con obras españolas del siglo XIX y principios del XX, magníficamente potenciadas.  A ellas hay que unir unas pocas más antiguas, otras clasificables en el territorio de las vanguardias históricas y alguna más contemporánea.
Según el propio museo, "El conjunto de obras del Museo Carmen Thyssen Málaga recogido bajo la denominación “Maestros antiguos” se caracteriza tanto por su riqueza como por su diversidad”. No puedo estar de acuerdo, como tampoco lo estoy con el resto de las "valoraciones" recogidas en los paneles y en la página web de esta institución, donde destaca el exceso de celo de los vigilantes, que con sus movimientos nerviosos, rompen el ambiente de recogimiento de la modélica instalación general.
Salvando algunas zonas con iluminaciones discutibles, es difícil encontrar problemas museísticos graves; está bien comunicado en vertical, tiene zonas de descanso, la información es correcta... Cobran 8 € y la salida conduce a la tienda de recuerdos.

Mercedes Lasarte, Carmen en Málaga, 2011 (detalle)
A mi juicio, lo más revelador es la obra“Carmen en Málaga”, de Mercedes Lasarte, 2011, que me ha hecho pensar en la posibilidad de que Ken Carson, el novio de Barbie, fuera un pintor famoso. Fantasía estúpida, claro está: Mercedes Lasarte es una acreditada pintora amiga de Carmen Thyssen, que hace un tipo de pintura muy personal. Según ningunearte, las obras de Lasarte son:

"Alegres, vitales, intensamente coloristas, las creaciones de Mercedes Lasarte presentan formas definidas por el contorno del dibujo, tratadas en ocasiones con un cierto aire ingenuo, e incluso con cierto sentido pop. De hecho, en las pinturas de Mercedes Lasarte se descubren ciertas similitudes con el gusto personal de la propia Baronesa."

Por lo demás... es un magnífico ejemplo de cómo gestionar un museo para que a la gente le interese visitarlo (120.000 visitas durante el año 2013, con un incremento del 28 %), incluso, aunque las obras no sean especialmente relevantes. Para desazón de los defensores del rigor, puristas y demás vigilantes de la ortodoxia estética, el éxito de este año de crisis se debe a la exposición dedicada a Romero de Torres (50.000 visitantes)... ¡Qué cosas!

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