sábado, 9 de enero de 2016

El Centro Pompidou de Málaga

Su existencia ha de entenderse en el contexto de una cierta política turística del Ayuntamiento de Málaga, que desde hace años persigue incrementar la "oferta cultural" con iniciativas de índole diversa. Entre las más recientes se cuentan la sede del Centro Pompidou, el Museo de Arte Ruso y el Museo Automovilístico, de cualidades en cierto modo parejas, que aseguran un planteamiento ambicioso y diversificado para convertir Málaga en una ciudad no sólo dependiente de sus excepcionales cualidades geográficas y climáticas. Los tres museos se han conformado mediante obras ajenas a la titularidad pública: las del de arte ruso pertenecen al Museo Estatal Ruso;
los objetos del Automovilístico, a un coleccionista privado y las del Centro Pompidou a su homónimo de París.
No creo que el Museo Automovilístico y el de Arte Ruso tengan entidad suficiente para funcionar como estímulos turísticos relevantes; están retirados del centro de la ciudad y la entidad de lo expuesto es muy irregular... Acaso se justifiquen mediante razones ajenas a las posibilidades comprensivas de este humilde escribano. Sin embargo, la situación cambia con el Centro Pompidou Málaga.
Es un museo pequeño, que exhibe una colección relativamente modesta de arte contemporáneo. Está en el centro del "Muelle Uno", zona comercial próximo al puerto recientemente remodelado, que se ha convertido en un punto de referencia para esa parte de la capital malacitana, tradicionalmente polarizada por la próxima plaza de toros, y por las playas del este (Malagueta).


Los empleados del centro reciben a los visitantes a la puerta para orientarles sobre lo más elemental del Centro y para que pueden elegir si empezar por la exposición permanente a por la temporal... La actitud de quienes reciben a los visitantes y quienes cobran la entrada es mucho más amable de lo habitual; quede constancia.
Por el interior, destaca negativamente la gran escalera de acceso, concebida al margen de los principios de la comodidad funcional: es de esas que obligan a emplear la misma pierna para pasar de una escalón a otro. Pero las deficiencias arquitectónicas y museísticas desaparecen en ese punto e, incluso, antes porque también existe ascensor que subsana la molestia.
Las obras, poco numerosas y de no mucha relevancia estética, están expuestas en un ambiente espacial muy abierto y de buenas condiciones de luz. No existen demasiados paneles explicativos y, acaso por ello, el montaje facilita la visita y la contemplación; el contenido de las cartelas y otros elementos informativos es suficiente para orientar al aficionado y para satisfacer al mejor informado...
Me ha interesado especialmente la zona dedicada a autorretratos... y me ha hecho gracia a alusión a la sede central de París mediante una sala dedicada a Renzo Piano...
Desde el número de visitantes, no parece que el museo tenga, de momento, demasiado "éxito mensurable". Acaso le falte alguna obra de especial capacidad de convocatoria y algún cartel más ostentoso que anime al turista...

Kees Van Dongen, Autorretrato como Neptuno, 1922
Al finalizar el recorrido por la exposición permanente, el visitante se encuentra con la invitación a expresar lo que le ha parecido el museo:

"Emoción? ¿Desorientación? ¿Fascinación? ¿Atracción? Anote en un post-it lo que ha sentido durante la visita y exprese lo que más le ha gustado o no, para ayudar al Cnetre Pompidou Málaga a hacer que su próxima visita sea aún más singular"

Me pregunto por los objetivos de quien haya tenido semejante idea y si, como suele suceder con los servicios de "atención al cliente" de las firmas comerciales, su única motivación no será hacer creer al "cliente", es decir, al visitante, que la gestión del centro tiene en cuenta sus opiniones... En este caso, la iniciativa parece declinar más hacia "lo procesual" que hacia proponer al visitante una mínima reflexión sobre la naturaleza del arte y, sobre todo, sobre el carácter de sus expectativas. Para desazón de quienes crean que un museo de este tipo debería ser un magnífico referente cultural y educativo, el día de la visita la mayor parte de los comentarios de los post-it apenas aludían a la pregunta porque, ante todo, eran formas de expresión elementales, demasiado elementales: "feliz año". "inspirador", "hii", "hola", "Sevilla FC", "superchulo", etc. Sería más apropiado y operativo proponer cuestiones más concretas, tal y como se ha hecho en otras instituciones recientemente; estoy pensando en el Artium de Vitoria.

Kader Attia, Ghost, 2007 (replica del artista realizada en 2015), detalle
Durante estos días complementa la oferta expositiva una muestra con 150 fotografías realizadas por veinte mujeres del primer tercios del siglo pasado. La mujer sigue siendo asunto estético prioritario.

Ante el dilema malintencionado que en leído en algún comentario quisquilloso de si se trataba de una institución creada para potenciar el turismo malagueño o el parisino, debo confesar mi perplejidad, pero seguramente ambos salgan beneficiados con esta iniciativa.

1 comentario:

  1. En el museo de Arte Ruso hay movimiento y se hace noticia. ¿Será suficiente para atraer al público?

    http://cultura.elpais.com/cultura/2016/01/27/actualidad/1453913839_300549.html

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