jueves, 31 de marzo de 2016

Un paseo por Barcelona

Cada vez da más pena visitar los museos de arte contemporáneos, atrapados entre la penuria económica y la persistencia de los "expertos" en apuntalar modelos estéticos, que convierten el arte en una tilde de los intereses financieros. Cada vez es más aventurado entrar en ellos porque lo interesante suele ser excepcional. Y me ha entristecido reconocer que lo más interesante que hoy se puede ver en Barcelona esté  a los pies de Monjuic, en la sede de la consabida entidad financiera que también protagoniza lo más notable en Madrid y en las ciudades donde ha sentado sus reales con solemnidad monetaria. En el edificio de Puig i Cadafalch se puede hacer un recorrido por la historia del arte de vanguardia hasta los años setenta, gracias a las obras de la Phillips Collection; no hay muchas obras pero las que componen la parte medular son relevantes. También tiene interés el montaje de Juliao Sarmento combinando obras de la Fundación Gulbenkian (del CAM), del MACBA y de la propia entidad financiera. Se completa la parte más espectacular con la segunda edición de Comisart, que reúne obras de cierto interés... Los paneles anunciaban un evento con Eugenio Merino para el próximo 29 de abril.


En la sala B del MACBA, en el Convento de los Ángeles, podemos ver la obra de José Antonio Hernández-Díez, que me ha parecido demasiado antigua; cuando vi sus obras hace más de veinte años en el MNCRS me epataron parecieron interesantes; hoy me hacen reflexionar sobre mi propia evolución estética. Y es que el ingenio de bajo nivel envejece fatal incluso aunque fuera respaldado por la inteligencia de Dan Cameron.
En el edificio principal, la exposición más enfatizada es "Especies de espacios"; "ingenioso título" y montajes pretenciosos que me han recordado los comentarios desabridos del profesor Marina cuando se refería al arte "actual". Dan ganas de darle la razón, porque realmente casi todo lo recogido, firmado por reputados creadores de nuestros días, en sus alardes de creatividad trivial, aburre.
La exposición que acaso recoja mayor interés es la dedicada a Miserachs Barcelona, que, a partir del libro publicado en 1964 (Barcelona, blanco y negro), ofrece una "reconstrucción arqueológica" de ciertas calles de Barcelona... A lo mejor, convenía seguir esa línea y olvidar las chorradas procesuales, que tanto interesan a los bancos, y dejar a los propios empleados de la Institución ofrecer sus propuestas, como hicieron hace años e cierto museo sueco...
Apenas un vídeo de Wael Shawky (Cabaret Crusades: The Path to Cairo), subtitulado en inglés, presta atención a los problemas de nuestros días... Supongo que quienes velan por nuestra moralidad no acuden a los museos de arte contemporáneo porque de otro modo, acaso hubieran cerrado el MACBA y encarcelado a su nuevo cirector... Con menos "razones" lo hicieron con los titiriteros de "La bruja y don Cristobal".


En suma, demasiada reflexión metafísica sobre el sexo de los ángeles y pocas propuestas orientadas a contemplar desde el punto de vista estético "la que está cayendo". Lo más vivo de la Plaza de los Ángeles es el grupo de skaters que proporcionan tono irreverente a un lugar que hasta hace poco estaba dominado por colectivos menos "actualizados", si se me permite la broma oscura...
A este paso, los museos de arte contemporáneo acabarán siendo salas de exposiciones temporales de las entidades financieras, si es que no lo son ya... Tal vez por eso no ha sido clausurada la sala donde exhiben el vídeo con marionetas de Wael Shawky, sobre el enfrentamiento entre cristianos y musulmanes —ese enfrentamiento que, en realidad, no existe— desde "otro punto de vista"...  En todo caso y por evitar malentendidos, el lector debe saber que Wael Shawhy no está patrocinado por Podemos ni por ningún otro grupo político "raro", sino por la Serpentine Galleries, esa institución londinense, de especial relevancia en el ámbito arquitectónico, cuyas actividades no se dirigen, precisamente, a los clientes de clase media.

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