lunes, 15 de octubre de 2018

Ludwig van Beethoven, Symphony No. 9, 1968, Karajan

Una joya que imaginaba perdida o encerrada bajo siete llaves en alguna entidad de esas que se dedican a negociar con los derechos de autor, está a nuestra disposición gracias a un aficionado japonés. Alguna ventaja tenía que tener eso que llamamos globalización.



Orquesta Filarmónica de Berli, dirigida por Herbert von Karajan
Soprano, Gundula Janowitz. Alto, Christa Ludwing. Tenor, Jess Thoman. Bajo, Walter Berry
 Coro de la Deutsche Oper Berlin, bajo la dirección de Walter Hagen Groll. El concierto tuvo lugar el día 3 de enero de 1968

domingo, 7 de octubre de 2018

Jenny Saville, record de cotización para un artista vivo

En la misma subasta de la obra autodestructora de Banksy, una pintura de Jenny Saville había alcanzado la sorprendente cotización de 8,25 millones de libras (9,5 contando la comisión). La pintura procedente de la colección de David Teiger, había estado en propiedad de uno de los personajes más relevantes en la reciente historia del arte contemporáneo británico: Charles Saatchi.

Propped. Foto Sotheby`s
Según recoge The Artnewspaper, por boca de Nazy Vassegh, la alta cotización de esta pintura está relacionada con el hecho de que las mujeres están recibiendo mayor atención en todos los eventos artísticos... Será por eso.

sábado, 6 de octubre de 2018

Banksy: la guerrilla en Sotheby’s

Según informan los medios, una obra de Banksy se "autodestruyó", instantes después de haber sido adjudicada en Sotheby's por  953,829 libras.
Lo más divertido y paradójico (o parajódico) del caso es que, como indicaba algún comentarista, en el preciso instante de la "destrucción" —que no fue completa—, quien la adquirió ya había rentabilizado su apuesta. Si la misma obra, una vez "reparada", saliera al mercado, valdría mucho más de los 1,2 millones pagados por ella.

lunes, 1 de octubre de 2018

Capiteles de Medina-Sidonia

En una entrada anterior, expresaba la voluntad de dedicar unas líneas a un interesantísimo capitel de Medina-Sidonia que, con acierto, algunos estudiosos relacionan con Volubilis. La "retención" se debía que, por razones prosaicas, no había podido visitar el Museo Arqueológico de Medina-Sidonia, donde, según tenía entendido, ofrecían alguna pieza de particular interés que, a su vez, pudiera guardar alguna relación con el conjunto de la Ermita de los Santos Mártires. Cabía la posibilidad de que la antigua diócesis de Asidona hubiera aportado restos de especial interés...
Resuelto el problema gracias a las vacaciones veraniegas, procedo.

CMSID20. En esta fotografía se advierte el carácter de los acantos.
Y lo cierto es que el museo cuenta con dos capiteles y algunas piezas más de no mucho interés, que
decepcionarían a quienes imaginaran una actividad edilicia de cierta entidad en época visigoda...

El CMSID20, que procede del Cerro del Castillo, está catalogado, según la cartela, en el siglo I d.C. Tal y como documenta la imagen adjunta, está fracturado en tres bloques y su superficie ofrece un elevado grado de erosión que complica la valoraración. No obstante, en algunas zonas se advierte perfectamente el tipo de acanto empleado para el ornato vegetal y, sobre todo, la naturaleza de las volutas, demasiado delgadas para la cronología indicada.
Lo más destacable: la carencia de caulículos, el gran desarrollo del cáliz, el carácter casi lineal de las volutas, la "cruz de cartelas" y la "anómala" naturaleza de la zona axial. Desde estas cualidades que acreditan cierto proceso evolutivo y una fuerte impronta local, a priori es difícil situarlo en el siglo I, por más que se pudieran establecer relaciones con ejemplares aparecidos en otros lugares del Imperio de cualidades relativamente comparables (véanse, por ejemplo, los capiteles de los alrededores del Rin recogidos en este blog).
Aunque desde lo que se aprecia sería aventurado valorarlo como capitel corintio asiático en sentido estricto (las anulaciones triangulares lo impiden), parece que se trata de un capitel más relacionado con la "estética" de los siglos II y III que con la grandilocuencia oficial del siglo I, muy bien documentada en toda Andalucía. En ese sentido informan también los biseles de las pocas hojas que aún se aperciben, de diseño más relacionado con los acantos de Diocleciano que con los de Adriano.
En todo caso, desde un grado de erosión, que pudiera inducir a error, y teniendo en cuenta la fuerte concavidad del ábaco, sería más oportuno catalogarlo en los alrededores del año 200 que durante el siglo I. Y, por supuesto, ello con la prudencia derivada de saber que gran cantidad de fórmulas ornamentales heterodoxas fueron concebidas durante el siglo I.

CMSID20. En esta imagen se advierte mejor el arranque de las volutas y la naturaleza del cáliz,
El CMSID21, que apareció en la calle Mateo de Guevara, está catalogado en el museo como "Capitel corintio. Época romana Altoimperial" (sic). Como indica la imagen, se trata de un capitel corintio asiático que también ha perdido gran parte de su ornamento, aunque lo que permanece es suficiente  (carácter de las volutas, motivo axial diseño del cáliz y fileteado del kalathos), para hacer una valoración relativamente precisa, que nos ayudaría a vincularlo con los prototipos imperiales de los alrededores del año 200.

CMSID21

La serie de la Ermita de los Santos Mártires.

Reconozco espantado que me cuesta entender como se puede mantener la Ermita de los Santos Mártires de Medina-Sidonia en las condiciones que estaba cuando la visité hace tiempo... Al parecer, en la actualidad "se están haciendo obras" que impiden su visita... Confiemos en que, a la postre, el lugar se transforme en lo que merece un espacio de tanta relevancia cultural, que seguramente no recabará el interés de tantos turistas como la Mezquita Mayor de Córdoba, pero que debería ser cuidado con el mimo que imponen sus casi 1400 años de existencia.
Según la inscripción que aún se conserva sobre un bloque, que pudo ser ara o pedestal romano la iglesia ("basílica") fue inaugurada el 16 de diciembre del 630: "Esta basílica fue dedicada el día 17 de las calendas de enero del años segundo del pontificado de Pimeni, era 668"
Y, aunque sufrió múltiples transformaciones, relacionadas con los avatares históricos antiguos y modernos, acaso conserve ciertos elementos que añaden documentación material sobre las cualidades de las primeras iglesias cristianas, esas que algunos se empeñan en catalogar como "visigodas", y que se caracterizan, ante todo, por el uso sistemático de material reaprovechado.
Entre el exterior y el interior se documentan varios restos ornamentales de época romana y algunos otros de valoración más compleja.

Capiteles corintios y corintios asiáticos

El CMSID07 (501 de Gutiérrez Behemerid) está reempleado como sobre-basa en el interior de la ermita y a pesar de su degradación (ha perdido las volutas exteriores y superficialmente está muy erosionado), permite relacionarlo con los años centrales del siglo II. 

CMSID07
El CMSID03, reempleado en el interior de la iglesia, fue valorado por G. Behemerid (566) como pieza del siglo III. Hasta lo que es posible apreciar, cuenta con casi todos los elementos del orden corintio y gran similitud con algunas series del Museo Arqueológico de Sevilla.
A mi juicio, deberíamos retasar un poco su realización, entre la segunda mitad del siglo II y comienzos del III.

CMSID03
El CMSID06 es similar al anterior.

CMSID06
El CMSID01, que está en muy mal estado de conservación, con fortísima erosión superficial, pudiera ser un capitel realizado en los alrededores del año 200, tal y como sugiere el carácter de las volutas,  lo que se adivina de las modalidades de acanto empleados en los dos órdenes de hojas y en los cálices y el carácter del conjunto axial, perfectamente definido.

CMSID01
El CMSID02, muy dañado y erosionado, que está empotrado en un ángulo exterior, ofrece cualidades que lo sitúan en un época afín a la de los anteriores. Aunque presenta folíolos alargados casi de carácter "asiático", cuenta con caulículos más propios de las fórmulas "normales" del siglo II que de los prototipos del siglo III. Las volutas muestran esquemas asimismo propios del siglo II y otro tanto sucede con el motivo axial, muy erosionado pero de diseño intuible.
Seguramente fue realizado en las proximidades del año 200.

CMSID02
Capiteles "evolucionados"

La relación del CMSID04 con las series de Volubilis es tan clara que apenas cabe plantearse la duda de si fue trasladado desde allí o si algún artífice o taller formado aquí (en la Bética) o allí (en Volubilis) cruzó el estrecho a la búsqueda de mejores posibilidades profesionales. Sea como fuere, tras los estudios de Pensabene y Barragán, no creo razonable insistir en considerarlo un capitel "visigodo". únicamente cabría reformular los problemas de adscripción cronológica que suponen las series de la Mauritania Tingitana. (Ver entrada dedicada a los capiteles de Volubilis).

CMSID04
El CMSID05 es otro capitel que, desde las hipótesis tradicionales, deberíamos considerar "de época visigoda". Estructuralmente es un capitel con una corona de hojas lisas (pencas) y algo parecido a las "volutas en V". Su aparición en un contexto de reutilizaciones sistemáticas convierte aquella posibilidad en poco posible. De nuevo deberíamos plantear la disyuntiva entre "lo muy evolucionado" y "lo marginal" a las grandes corrientes oficiales durante el Imperio Romano. Para resolver el dilema, en este caso, se impone como "solución de compromiso" una cronología relativamente temprana, en los alrededores del año 400. Por supuesto, no se me escapa que esta datación, sin que en la pieza aparezcan "símbolos" cristianos, se manifiesta especialmente abstracta o, mejor, forzada.
Desde esta valoración deduzca el lector lo que ello podría implicar para valorar capiteles de la misma variedad estructural sin signos de influencia bizantina, tal y como sucede con el CMAJ03 del Museo de Jerez.

CMSID05

Para finalizar

La pervivencia de la inscripción fundacional pudiera servir incluso para hablar de "iglesia mozárabe" no sé si en sentido estricto, dado que se fundó poco antes de la llegada de los primeros musulmanes... Es probable que se mantuviera en culto cristiano durante algún tiempo. También es muy probable que fuera reformada para servir como mezquita. Es difícil establecer lo que resta de la primitiva iglesia, pero fácil lo que debió ser reutilizado en ella.
Sea como fuere, teniendo en cuenta las imprecisiones que impone estar ante un edificio remodelado muchas veces y recurriendo al muy socorrido —y forzado—  "método" inductivo, cabría postular que nos encontramos ante una iglesia realizada en época visigoda —en este caso, sin ninguna duda—, mediante materiales de acarreo. 
Hace unos años, mencionar la posibilidad de que el capitel CMSID04 no fuera "visigodo" hubiera parecido una excentrididad carente del menor fundamento. Por fortuna, la situación ha cambiado radicalmente. Tras los estudios de Barragán y Pensabene, lo que podría ser una excentricidad hoy sería insistir en la filiación visigoda de un capitel cuyos paralelos han aparecido en Volubilis en contexto cultural romano.
Con la voluntad de no menospreciar en exceso la "época visigoda", cabría formular la hipótesis de que acaso la iglesia principal de Asidona tuviera otro carácter, pero desde los restos conservados en las salas del Museo Arqueológico de Medina Sidonia (ver imágenes inferiores), es relativamente fácil llegar a la conclusión de que en aquellos años apenas existían recursos para realizar ornamentos arquitectónicos de cierta "sofisticación técnica".

Museo de Medina-Sidonia. Cancel de procedencia desconocida.

Museo de Medina-Sidonia. "Elemento arquitectónico decorado con cruz griega y arquillos" procedente del Cerro del Castillo
En suma, también los restos de Asidona informan de que las primeras iglesias cristianas y, por supuesto, las que se realizaron en tiempos visigodos, también se realizaron con materiales de acarreo.

Capiteles del Museo Arqueológico de Jerez

El Arqueológico de Jerez es uno de los pocos museos andaluces de la mencionada entidad que ofrece una secuencia paralela a lo que fue el proceso histórico vivido por el sur de la Península. Aunque parezca sorprendente, es difícil encontrar en Andalucía museos arqueológicos que sean enteramente consecuentes con el juego de superposiciones institucionales y culturales que caracterizan a esa "región", si se me permite emplear palabra tan desnaturalizada. No faltan instituciones museísticas que o bien minimizan la época islámica o incluso la borran del mapa de las aportaciones culturales. En alguna ocasión he mencionado casos particularmente señeros; a ellos podríamos añadir el de cierto museo municipal próximo a la capital, que ofrece una imagen de la Edad Media local particularmente forzada: si leemos sus paneles "deberíamos" concluir que nos encontramos en un área de rasgos históricos afines a los de el País Vasco. Han de ser cosas del gracejo gaditano...
El Museo Arqueológico de Jerez de la Frontera es, en esa faceta, particularmente ejemplar y, sólo por ello, merece una visita tranquila y reposada: es sorprendente contemplar el celo aplicado al montaje museográfico en ese sentido.


Pero es que además, si las circunstancias derivan por donde deben, es previsible que con el desarrollo de los trabajos arqueológicos, acabe convirtiéndose en una institución de gran interés; a nada que éstos progresen en Mesas de Asta (Asta Regia), acaso aparezcan datos que obliguen a matizar muchos conocimientos sobre los siglos anteriores a la llegada de los romanos. Lástima que las autoridades culturales permanezcan tan poco interesadas por el progreso del conocimiento histórico...

Desde los intereses específicos manifestados en este blog, destacan unas pocas piezas, que, sin embargo, poseen excepcional interés. En ese sentido informa uno de los relativamente escasos capiteles toscanos aparecidos en la península Ibérica (G. Behemerid recogió 61), que, por lo general, documentan fenómenos de romanización temprana.

CMAJ02
En la cartela lo presentan como "capitel de orden dórico", procedente de Mesas de Asta y lo sitúan en el siglo II-I a.C. Como indicó en su día G. Behemerid, en realidad es un capitel de orden toscano, con bastantes paralelos en el universo romano de época republicana...
Las iniciativas constructivas romanas sistematizaron una peculiar interpretación del orden dórico, que suponía cierta "simplificación": se empleaban fustes lisos en lugar de los estriados, propios de los edificios griegos estrictamente dóricos. A esa "variante" del orden dórico se le suele nombrar como "orden toscano".
En este caso concreto, sólo cabría clasificar el capitel como de "orden dórico", si tuviéramos constancia de que el sumoscapo estuvo recubierto de estrías realizadas sobre una capa de estuco...
Entre los paralelos destaca el que proporcionó referencia al estudio mencionado, aparecido en Ostia y catalogado por Pensabene en la segunda mitad del siglo II a. C.. Supongo que esa es la razón por la que los estudiosos del museo han situado el de Asta Regias en la horquilla mencionada.
Por razones obvias, la existencia de este capitel, que pudiera ser el más antiguo de la península Ibérica, deviene dato de relevancia excepcional para calibrar la entidad del yacimiento de Asta Regia.

Capitel del Partenón
Otra de las piezas del Museo Arqueológico de Jerez también procede de Mesas de Asta y refuerza considerablemente las consideraciones mencionadas. Lo más destacable del CMAJ01 es su concepción estructural, mediante un cesto cilíndrico en el cuerpo inferior, que remata en astrágalo moldurado con cierta complejidad, y un cuerpo superior con caulículos, ornato vegetal, volutas fuertemente asimétricas, que culminan por el interior con la moldura del ábaco y, por el exterior, unos centímetros por encima de la parte inferior del ábaco. Es sumamente interesante la formación "vegetal" que ocupa el espacio del conjunto axial y que proporciona soporte puntual a un florón; este elemento, de indudables conexiones griegas, está rematado con un elemento de envolvente "avenerada", cubierto con yemas de tres puntas con trepanaciones laterales comparables a las que cubren las hojas de acanto del cesto.
Precisamente, el cesto cuenta con dos coronas de hojas de articulación de fuerte caracterización, dado que la más baja posee acantos con palmetas seriadas de tres ápices, mientras que la superior carece de ornato porque fue concebida en segundo término, como si aquella tapara (traslapo) los detalles de ésta. Esa manera de interpretar el cuerpo inferior nos remite a fórmulas documentadas en Pompeya y en otros lugares del ámbito mediterráneo, que he mencionado en este blog, siempre de época temprana.
Otro tanto sucede con la configuración del ábaco, de perfil moldurado y brazos de curvatura según fórmulas derivadas de los prototipos griegos.
La cartela del museo la sitúa entre los siglos I a. C y I d. C., con menos precisión de la ofrecida por G. Behemerid, que relacionándolo con un capitel de Sarsina, lo situaba en época de Augusto. También se le prodía relacionar con los del Monumento a los Julios, de Saint Remy, estudiados por Rolland en 1969.
A mi juicio, todos los elementos del capitel hacen pensar en fórmulas tempranas; y desde esa apreciación, parece más razonable la catalogación del museo, al menos, mientras no tengamos más datos sobre Asta Regia.

CMAJ01

CMAJ01
CMAJ01, Superficie del ábaco
El museo posee otro capitel más (CMAJ03), muy diferente de los anteriores, que viene a documentar un punto de evolución particularmente interesante, destacado en este blog varias veces. En la cartela, lo valoran del siguiente modo:

"Capitel visigodo
Cortijo de Casinas. Siglos VI-VII
Este capitel del tipo "acanto espinoso"-ampliamente utilizado en el sur de la península Ibériuca en época visigoda- del que sólo se conocía una mitad, ingresó en museo en el año 1941, habiendo sido considerado por los especialistas durante más de mesio siglo como capitel de pilastra.
En el control arqeuológico efectuado en el año 2000, con motivo de las obras de restauración de un edificio de la calle Caballeros en Jerez, se recuperó la otra mitad, que había formado parte de una colección particular y había quedado como elemento decorativo en uno d elos patios d ela antigua vivienda.
De este modo, 60 años después y de manera casual, se ha restablecido en su integridad esta pieza que por circunstancias que desconocemos estaba dividida en dos mitades, cada una de las cuales había corrido suertes distintas, una en manos privadas y otra en una institución pública" 

Como el lector ya adivinará, no creo que se pueda considerar "visigodo" este capitel de "cuatro hojas angulares y volutas en V" que, además, ofrece cualidades en sintonía con los más antiguos de su serie. Es más, a este capitel le cuadra perfectamente la valoración "protobizantina", que parece más forzada en otros casos.
La existencia de ábaco de escasa entidad y casi cuadrado apunta hacia fórmulas tardías. Sin embargo, como ya he comentado en otras ocasiones, esta circunstancia no es determinante y debe contemplarse junto con otras... En este caso, el carácter de las cuatro hojas de folíolos alargados hacen pensar en fórmulas derivadas del corintio asiático. Otro tanto sucede con la concepción del las "volutas" y con el tratamiento de la zona central del bloque superior, ajeno a las fórmulas bizantinas.
Desde la penuria material que parece caracterizar a los siglos de época visigoda —con excepciones que, de momento, no se manifiestan en el sur de la Península—, particularmente documentada en el propio museo, y desde la inexistencia de "signos" de manifiesta filiación cristina, parece razonable situar la realización de este capitel antes de lo indicado en el museo.

CMAJ03

CMAJ03

Relieve procedente de Gibalbín. Siglos V-VII

Sarcófago de La Peñuela. Siglos VI-VII
La naturaleza de los restos procedentes de Gigalbín y de La Peñuela, documentados en el propio museo y de manifiesta relación con las fórmulas iconográficas de las lápidas cristianas y con los disminuidos recursos técnicos de aquellos años, refuerzan una catalogación temprana del capitel, que debiéramos situar antes de la expansión del cristianismo; en suma, antes del año 400, cuando aún existían circunstancias socioeconómicas que permitían la existencia de talleres de piedra de cierta sofisticación plástica.

sábado, 11 de agosto de 2018

Capiteles del Museo-Romano Germánico de Colonia

Seguramente, el visitante poco informado valore muy negativamente el edificio que anexo a la muy celebrada catedral, enturbia su contemplación. Y sin embargo, existen razones objetivas poderosas para que esa zona de Colonia haya merecido un tratamiento arquitectónico especial, dado que en el subsuelo aparecieron importantes restos arqueológicos que hoy están perfectamente integrados en el actual museo.
El proyecto, que culminó en 1974, está concebido para realzar los restos de una villa del siglo III donde apareció un mosaico de tema dionisíaco. Al preceder, las autoridades alemanas han decidido cerrarlo para proceder a una reorganización de los fondos en un proyecto que se prevé largo y, probablemente, costoso. Y es que la concepción del museo, aunque tuvo gran repercusión en su día, resultó incompatible con la acumulación de restos derivados de una labor arqueológica particularmente intensa. En este blog hemos contemplado el caso de algún museo demasiado condicionado por el planteamiento inicial... Entiendo que a estas aturas debería estar claro que, con independencia de la repercusión social que, en un momento dado, tengan los museos, es importante que sen concebidos con la posibilidad de su ampliación.
Confiemos en que, en este caso, el resultado final engrandezca un planteamiento que, desde el momento de su inauguración, marcó una referencia importante en algunos de sus planteamientos.


Los capiteles

Están expuestos en dos conjuntos de cualidades museográficas diferentes: los integrados en la instalación general y los que se ofrecen como si estuvieran en una especia de almacén secundario, que se puede ver desde el exterior del museo, con indicaciones descriptivas demasiado sucintas y, en general, obvias. A lo mejor digo una excentrididad, pero tengo la sensación de que, al menos desde los tiempos de Kähler, el énfasis que "la arqueología alemana" pone en las descripciones de los restos arqueológicos y, que por lo general, seguimos todos de un modo más o menos sumiso, se ha convertido en un anacronismo cada vez menos justificable. Cuando la fotografía ya es un elemento trivial, no sé que sentido tiene que en la cartela de un museo digan que un fragmento de capitel con restos de volutas es "un fragmento de capitel con restos de volutas", si la descripción no entra a destacar los elementos que le pueden otorgar relevancia arqueológica. Y ciertamente, en el Museo Romano-Germánico de Colonia son demasiado frecuentes las cartelas con enunciados de ese tipo.
En todo caso, ha de ser destacada la valoración que sus conservadores hacen de una amplia colección de restos, suficiente para componer una imagen nítida de como se entendió la ornamentación arquitectónica entre los siglos I y IV en esta región limítrofe del Imperio Romano.

Capiteles corintios

CMRG001
El CMRG001 es otro de los capiteles que permanecen dentro de las pautas imperiales, aunque se manifiestan algunos rasgos de la zona; entre ellos, la escasa entidad plástica de las volutas; aunque sólo se han conservado las internas, se advierte cómo el ornato vegetal las cubre casi por completo. 
Siglo II.

CMRG006
Los CMRG006, CMRG007 y CMRG005 son similares al anterior. Siglo II.

CMRG007
CMRG005

CMRG004
El CMRG04, aunque conserva casi todas las cualidades del orden en su formulación imperial, ofrece algunos detalles significativos, como las palmas de de siete hojas colocadas en los óvalos que definen los arranques del cáliz junto a los caulículos. Hemos visto detalles de "barroquización" comparables en la península Ibérica; por ejemplo, en Segóbriga, en capiteles del siglo II.

CUMU017. Museo de Cuenca, procede de Segóbriga.
El CMRG002 posee un tipo de "acanto", que pudiera remitirnos a momentos relativamente antiguos: el monumento funerario de L. Poblicius contaba con fórmulas similares; sin embargo, el escaso relieve de los elementos del cuerpo superior retrasan su cronología, al menos, hasta el siglo II.

CMRG002


CMRG008
El CMRG008 es el remate de una columna dedicada a Júpiter, que los conservadores del museo sitúan en los alrededores del año 200. Aunque está muy erosionada, el conjunto permite contemplar un capitel de estructura comparable a algunos de los mencionados anteriormente. Ofrece una corona inferior de hojas de diseño casi inapreciable, que pueden haber sido recortadas para acoplarlas a la instalación actual y de ese modo, otorgar continuidad al ornato del fuste.
El resultado de esa "reconstrucción" convierte al capitel en un ejemplar singular, con una única corona de hojas de altura excepcional y ornato más propio de las variedades corintizantes de los siglos I y II.
En el cuerpo superior se aprecia un conjunto en el que dominan los revestimientos "vegetales" (el cáliz) sobre las volutas, prácticamente desaparecidas. Sin embargo, la existencia del conjunto axial impide que podamos hablar en este caso de un capitel corintizante.
Aunque, a pesar del "perfecto" encaje entre fuste y capitel, no sé si la reconstrucción de la columna es oportuna, la cronología indicada en la cartela coincide con las cualidades del cuerpo superior del capitel, que pudo ser realizado a finales del siglo II.

CMRG003
En la cartela lo describen como capitel  "con tres coronas de hojas" ("Säulenbekronung mit drei Reihen dicht stehender, kleinteiling ausgearbeiteter Blätter"). En realidad se trata de un capitel corintio, que ha perdido casi por completo la referencia a las volutas por su grado de erosión y porque responde a una modalidad en la que se impone el valor plástico de "lo vegetal" sobre "lo geométrico"; el desarrollo del cáliz ha adquirido tal entidad que "parece" un tercer orden hojas. Estructuralmente es similar a los CMRG001, CMRG006, CMRG007, etc.
No obstante, es obvio que el ornato vegetal presenta rasgos de mayor evolución y de menor habilidad en el ejercicio de la talla, que vuelve a plantear el problema tantas veces indicado. En este caso concreto, me inclino por situarlo en los alrededores del año 200.

Los fragmentos CMRG009, CMRG010 Y CMRG011, por raznes expuestas muchas veces, podrían situarse entre los siglos II y III.

CMRG009

CMRG010

CMRG011
Si no fuera porque en el museo consideran al CMRG012 como "capitel corintio típico de la región renana", debiera aparecer en el grupo de los "capiteles anómalos". Está muy erosionado superficialmente y consta de dos coronas de hojas distribución anómala en el segundo nivel, donde se aprecia una alusión muy evolucionada del conjunto caulículos-volutas; éstas se enroscan en dirección contraria a la convencional. En la cartela se le describe en los siguientes términos:  "Kapitell von einer Wandvorlage.  Diese Säulenbekrönung ist nur auf zwei Seiten ausgearbeitet: Demnach schmücke sie eine Wandsäule, die in der Ecke eines Raumen stand. Nachdem Aufbau der Blätter ist das Kapitell eine charakteristich rheinische Ausprägung der korinthischen Ordnung
Aunque se enfatiza el carácter "renano" del capitel, se aproxima bastante a fórmulas vistas en este blog y, muy especialmente, a los "de pencas" de la península Ibérica. Las trepanaciones que ayudan a definir hojas lanceoladas de diseño tosco, podrían relacionarse con el influjo oriental de los siglos II y III.
Frente al análisis que se podría realizar en Hispania, en Colonia deberíamos tener en cuenta que la moldura del astrágalo no puede relacionarse con una hipotética influencia oriental, dado que es una circunstancia común, como refleja la propia colección del museo.
Hacia el año 400.

CMRG012

OMAR009, Capitel del Museo Arqueológico de Oviedo

Capiteles corintios de pilastra

En general, los capiteles de pilastra responden a fórmulas similares a las mencionadas a propósito de los capiteles de columnas, con la salvedad de que, en aquellos, se aprecian con mayor claridad los rasgos locales.


CMRG018
El CMRG018 es un capitel de pilastra con dos coronas de hojas, con todos los elementos del orden, condicionados por la naturaleza de la pilastra. A destacar, como rasgo significativo, la escasa entidad de las volutas, prácticamente cubiertas por el cáliz, que hemos contemplado en las piezas de los párrafos anteriores, y la naturaleza de los acantos.
Siglo II.

Los CMRG016, CMRG013 y CMRG015 rpiten fórmulas ya mencionadas en Tréveris, con acantos relativamente alejados de las fórmulas helenísticas más repetidas, "voluntad tapizante" sobrevaloración del cáliz sobre las volutas, etc. Frente a lo que sucede en piezas más antiguas, el kalathos se ve desnaturalizado pero enfatizado mediante un labio bastante grueso.
Siglo II.

CMRG016

CMRG013

CMRG015
El fragmento CMRG20, a pesar de su estado de erosión, indica una concepción de la estructura del orden menos evolucionada que la de las pilastras anteriores, tal y como documenta el conjunto axial. En todo caso, lo poco que se puede evaluar no permite demasiada precisión en catalogación.
Siglo II.

CMRG020
El fragmento CMRG022 apenas permite valorar los acantos, que podrían situarnos en la primera mitad del siglo II.

CMRG022

CMRG017
El CMRG017 es un capitel de pilastra en el que destacan varias circunstancias relevantes: el tipo de acanto de la corona de hojas, sumamente esquemático, el hiperdesarrollo del cáliz, que prácticamente cubre las volutas en su totalidad, el vuelo de las volutas interiores, mayor de lo que suele ser habitual en las formas imperiales uniformadas y la entidad de los florones, exageradamente grandes.
Siglo II.

CMRG019
El CMRG019 ofrece mayor proximidad a las fórmulas imperiales, aunque prácticamente han desaparecido las alusiones a las volutas. Hacia el año 200.


CMRG018
El CMRG18 es un fragmento de capitel de pilastra en el que tampoco percibe alusión alguna a las volutas; ello, el carácter de la talla, el tipo de acanto y la inexistencia del labio del kalathos permiten adelantar su cronología respecto del anterior. Siglos II-III.

CMRG021
Los CMRG021 y CMRG023 imponen dudas sobre si deberíamos considerarlos "corintios" o "corintizantes". Por evitar el pecado anunciado solemnemente por Tomás de Iriarte en su conocida fábula, dejaré constancia de esa duda pero sin olvidar que esa invasión de un motivo vegetal de la zona tradicionalmente ocupada por los caulículos, los cálices y las volutas parece ser el desenlace de un proceso evolutivo apuntado por algunas de las piezas aquí mencionadas. En todo caso, el carácter de los acantos y la manera de ornamentar los frentes del ábaco imponen prudencia a la hora de adelantar su cronología. También aquí se manifiesta cierta proximidad a lo acreditado por el monumento funerario de L. Poblicius, cuyo capitel corintio de coronación es un punto menos evolucionado que éstos.
Siglo II (o, tal vez, siglo I).

CMRG023
En el almacén que se ofrece al público desde el exterior hay un fragmento de capitel (CMRG038) tremendamente erosionado, que parece seguir la tradición del orden corintio: únicamente se aprecian el diseño de las volutas, un ábaco estrecho y poco más. No obstante, lo que se percibe permite valorarlo como uno de los capiteles menos evolucionados y, en consecuencia, con más probabilidades de ser "antiguo".
Siglos I-II.

CMRG038

Capiteles de pilastra corintizantes

CMRG025
Desde o que conozco, se diría que las variedades corintizantes tuvieron poco éxto en esta parte limítrofe del Imperio Romano. El Museo de Colonia ofrece dos piezas de esta variedad, que seguramente responden a momentos relativamente separados en el tiempo.
El CMRG025, que en la cartela del museo se valora únicamente con criterio descriptivo, guarda cierta relación con fórmulas documentadas en Pomepeya, de modo que ello podría apuntar al siglo I. El fragmento CMRG024, de la "familia liriforme" y de concepción más barroca, debería situarse en el siglo II, aunque el estado de erosión superficial impide valorarlo con precisión.

CMRG024
Capiteles compuestos


Entre las salas y los "almacenes accesibles", el museo de Colonica ofrece varios capiteles compuestos, que he ordenado con criterio similar al aplicado a los corintios, aunque en este caso y por evitar reiteraciones, procuraré ser breve.
Desde la referencia definida por el mausoleo de L. Poblicus, parece obvio que los que respondan a modalidades estructurales semejantes deberían situarse en los alrededores del año 40 d.C. Ese es el caso de los CMRG026, CMERG029, CMRG027, CMRG028  y CMRG030, que he ordenado según lo que parece ser un cierto proceso evolutivo. Y lo expreso con dudas porque salvo en el caso del CMRG026 y el CMRG027 no se aprecian detalles substanciales como el carácter del ábaco y menos aún, el arranque de las volutas angulares.
Adviértase que sólo uno, el CMRG029 tiene dos coronas de hojas en el cesto; los demás cuentan con una fila de acantos y "fondo" de palmas o cañas.
Siglos I-II.

CMRG026


CMRG029

CMRG027
CMRG028


CMRG030
El CMRG031 parece ser el más evolucionado del conjunto, aunque su erosión superficial impide mayores precisiones.
Siglo II.


CMRG031
Capiteles compuestos de pilastra y de relieve ornamental 

Responden a los mismos fenómenos tipológicos y evolutivos mencionados.

CMRG032

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Capitel jónico

CMRG042
En realidad, no es un capitel jónico en sentido estricto, sino una especie de "fórmula de compromiso" entre el orden jónico y el orden compuesto, en el que se mantiene parte del cuerpo superior según modalidad de aquel. Hemos visto capiteles de estructura similar de vez en cuando. Entre ellos deseo destacar en este caso uno de Valencia, que nos ayudaría a comparar la relevancia de las aportaciones locales.
Aunque está muy erosionado, parece responder a fórmulas descritas en las líneas anteriores.
Siglo II.

Capiteles "anómalos"

En el espacio expositivo, el museo ofrece únicamente dos capiteles que pudiéramos considerar "muy evolucionados": el CMRG039 y el CMRG40, difícil de valorar, dado su penoso estado de conservación. 
El primero se ofrece junto con otros dos para hacer notar las "variaciones estilísticas" de unos capiteles a otros. Francamente, no creo que hoy tenga mucho sentido esta manera de mostrar las piezas, sobre todo, si no se tiene capacidad para contextualizarlas. Hablar de "estilos" en contexto arqueológico me parece un anacronismo, que sin embargo, he documentado en unos cuantos museos...
Aunque pudiera integrarse en el grupo de "capiteles corintios renanos" (ver pieza CRMG012), en realidad es difícil decidirse sobre si deriva del orden compuesto o del corintio, dado el alejamiento que substancias sus elementos respecto de las dos tradiciones. Está articulado en dos zonas: un cesto con astrágalo y dos coronas de hojas de diseño grosero y un cuerpo superior en el que existe un ornato que recuerda las volutas del orden compuesto con remates en espiral asimétricos. Es curioso y destacable que se mantenga un motivo que recuerda los conjuntos axiales y la entidad del florón, En la parte superior se aprecia un ábaco estrecho de escasa articulación. Si este capitel hubiera aparecido en el norte de la península Ibérica, debería situarlo en los alrededores del siglo IX.  En el ambiente franco-alemán, con los condicionantes que impone el "Renacimiento Carolingio", acaso debiera retrasarse su cronología considerablemente...
Más allá de hipótesis forzadas, la concepción del capitel recuerda otros del Museo Arqueológico de Zamora, de ejecución más depurada y algunos aparecidos en contexto arqueológico romano, que comentaré en otra entrada.
Alrededores del año 400.

CMRG039
CMRG040

Para finalizar

El museo arqueológico de Colonia cuenta con una importante colección de restos de ornamentación arquitectónica, que ilustra con matices peculiares el proceso de romanización de los alrededores del Rin. Al parecer, desde el siglo I los tallistas que trabajaron en Colonia y sus alrededores, interpretaron las fórmulas imperiales con cierta relajación, sin que se aprecien con claridad los cambios que fueron aplicando los talleres oficiales con el paso de los años. No es fácil encontrar reflejos del gran influjo oriental del siglo II y, desde lo que ofrecen en las salas, no existe ningún capitel corintio asiático ni de claro influjo bizantino; es más, las variedades corintizantes, que materializan algunos elementos de profundo sentido griego, son muy escasos. En ese sentido, es tentador decir que las piezas de esta zona son "más occidentales" que las del oeste de la península Ibérica. Y tengo la sensación de que la observación, emitida en esos términos, pudiera inducir a "engaño" o "manipulación histórica" si no fuera porque es notorio como se articularon los modelos culturales a partir de la crisis del Mundo Antiguo. De todas formas, recuerde el lector que esa zona, los alrededores del Rin, tras la caída de Roma, se convirtió en uno de los lugares fundamentales de lo que acabó siendo la "Europa medieval" —si, insisto, es históricamente lícito expresarse en esos términos.


En todo caso y desde los restos ofrecidos por el museo de Colonia, en asuntos de ornamentación arquitectónica, esta zona permaneció relativamente al margen de las "modas" que afectaron a otras áreas del Imperio (sur de Francia, península Ibérica, norte de África, Constantinopla, Egipto, Siria, etc.), al menos hasta la aparición del cristianismo. Dicho de otro modo: desde lo que indican los capiteles, la zona del Rin fue una área relativamente marginal a la dinámica global entre los siglos I y IV; allí permanecieron casi inalterables las fórmulas y los modelos que se emplearon durante el primer siglo de nuestra era. Únicamente en los alrededores del año 400 se aprecia un giro hacia la dinámica común de empobrecimiento técnico y cultural, que justificaría la aparición de piezas "muy degeneradas", propias de un ambiente cultural que anticipa los siglos oscuros del medievo. Aunque es relativamente fácil encontrar piezas comparables a las "renanas" en otros lugares del mundo romano, no creo que se deban establecer otras relaciones culturales que las de la convergencia asociada a circunstancias similares.
Aunque confieso que es maquiavélicamente tentador deducir de esa proximidad alguna relación cultural directa, sobre todo, teniendo en cuenta que por esos años algunas tribus germánicas ya se estaban moviendo hacia el sur...
Sea como fuere, entiendo que la "categoría" de los "capiteles corintios renanos", que se reserva a las piezas mencionadas, sería más adecuada para nombrar la variedad local de ese orden seguida por la mayor parte de los conservados en el Museo-Romano Germánico de Colonia. La peculiar manera de entender el ornato del cuerpo superior, al contrario de cómo lo interpretaron los tallistas de Volubilis, enfatizando la parte "vegetal" sobre la geométrica, lo justificaría perfectamente.